EL ESPEJO DEL ALMA, LA CARA

Los viejos asertos no se equivocan. Ni los dichos. Por algo se cuenta que la sabiduría de los pueblos está en los refranes. Y eso que cuando los silogismos nacieron, quedaban muy atrás todavía los actuales estudios psicoanalíticos, que tan de moda están de un tiempo a esta parte. De modo que lo que se ofrecía a la vista de los refraneros, para inspirar un dicho y hacer una sentencia, ahora alcanza títulos médico-psiquiátricos, origina estudios y levanta dolores de cabeza a unos y a otros. Y, aparte de las confesiones al psicólogo, quienes tengan tan negra el alma como la cara, seguirán teniéndola por más que digan los estudiosos del pensamiento de filosófico de Freud u otros.

Antes, ante el rostro desagradable de algún sujeto, solía decirse eso de que "La cara es el espejo del alma."Y ya era bastante. Y no se equivocaban mucho, no. Actualmente, ante la "cara de pocos amigos" que tiene, por ejemplo, de Juana Chaos, seguramente que, no obstante, nadie manifieste que igual que su cara, tiene el alma; cosa que, por otra parte, no es menester decirlo. Se ve claramente.

Los estudiosos de la psicoanálisis humana dirán que la mirada de De Juana es fría, indolente, carente de sentimiento; igual que sus rictus que acaban en las muecas que adornan su cara. Y, digan esto o digan otro, la verdad es que la cara del etarra De Juana Chaos, resulta repulsiva a ojos de la inmensa mayoría de los españoles. Contiene poca simpatía. Porque, antes que simpatía, parece mostrar desdén, asco y desprecio a los demás, cuando no causar miedo. Y mira qué cosas: todo es recíproco. De modo que todo el odio que este individuo parece mostrar y sentir hacia los demás, mayor es y más justificado el de los demás hacia él. Y no por la cara, sino por el alma, que es más negra todavía que la cara.



EL SOLITARIO

Mientras que De Chaos muestra una actitud desdeñosa a lo que le rodea, el llamado "El Solitario", de nombre Jaime Jiménez Arbe, se le observa frío y como ajeno a lo que le concierne, que es el fallo judicial que le condena -- condenaba-- por sus delitos.
Su rostro -- que tiene más cara que decirlo-- parece una esfínge: pétreo, frío, indiferente, imperturbable, casi mostrando un sarcasmo cruel, e irónica mirada burlona, tal cual como si no le diera más lo que pueda caerle por sus fechorías --incluidos crímenes, según se cuenta. A veces sonríe, lo cual le hace ser más inhumano de lo que se le puede calificar por lo que se le acusa.

Ello, tanto a uno como a otro, no parece preocuparles ni poco ni mucho el que sean objeto de información en todos los medios del país; ni parece importarles tampoco que estén siendo juzgados por sus actos terroristas , robos y, en cualquier caso, según se dice, por sus crímenes cometidos. Parece que, amén de burlarse de la Justicia, se refocilan además. Y, por supuesto, escarnecen al pueblo.

De Juana Chaos, está a punto de quedar en libertad.
¿Cuánto tardará en quedar "El solitario"?
Tarde lo que tarde, a uno le parece que la cara es el espejo del alma, si juzgamos por la apariencia. Aunque, a decir verdad, hay apariencias que engañan, en tanto otras apariencias se quedan cortas todavía.


1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Cierto "desparpajo madrilé" en J. Arbe?