HALLOWEEN (Jalowui)



Recordamos haber escrito hace un año sobre este caso. Volvemos a él. Y lo hacemos porque, incluso vemos que profesores y escritores dan o pretender dar un carácter solemne a esta fiesta que dicen de los muertos, como si los muertos estuvieran para fiestas de ninguna clase. Otro hecho que auspicia y potencia esta fiesta definida como Halloween, la fiesta de los muertos vivientes, es la potenciación de la misma por parte de la Escuela española o, por lo menos, por parte de la que conocemos en Asturias, y la que anima, alienta y colabora con el alumnado a que se disfracen y se embadurnen con cierto mal gusto , como es todo lo que lleve visos macabros.

El hecho es que esta llamada fiesta de Halloween ( Jalowui), donde lucen calabazas ahuecadas con una vela dentro, ya se celebraba antes de la Guerra Civil. Y acaso en tiempos de ella y algo posterior. Después decayó. Y desde hace algunos años nos llega de rebote de Estados Unidos, vía cinematográfica u otras vías. Porque en España todo lo que llegue de ese país es para rendirle pleitesía. O eso hacen algunos.

Quede constancia que la existencia de celebrar la festividad de los muertos ya existía aquí antes de la arribada del Halloween americano, que a buen seguro llega mezclado con ritos indios, porque los irlandeses y escoceses, que llevaron sus tradiciones en el siglo XVIII a América, vieron que, para poder sobrevivir ante la presión en contra de la Iglesia luterana, mezclarse con las costumbres nativas era una posibilidad de levantar cabeza. Y la levantaron, recordando a sus druidas y ampliando sus poderes de invocación a los espíritus.

La Iglesia católica, que es la que nos envuelve,
se opuso a la existencia de los ritos célticos y romanos, (que de ambas culturas había mezcla en la celebración de homenaje de recuerdo a los muertos) a los que persiguió, igual que a las brujas, las que, si se terciaba, condenaba a la hoguera, cosa que no podía hacer con las costumbres que combatía porque una costumbre no es, en su existencia, de forma física, y las brujas sí. No pudo, sin embargo, la Iglesia imponer su voluntad de anular lo ajeno, pero si pudo imponer sus ritos.De ahí que, siguiendo los hábitos de los pueblos que dominaba, copiase de ellos aquello que le conviniese -o convenía. Y así celebra "El Día de los difuntos" o de "Todos los santos", aunque, a decir verdad, es menos macabra esta llamada fiestas de los muertos (¿?) que la de los halloween´s que nos ocupa. Eso sí, uno y otro celebrado al rededor del 31 de octubre, cuando la Iglesia católica celebra el "Día de los fieles difuntos... " ¿Fieles difuntos? ¡ Que remedio. A la fuerza, ahorcan!

Calabazas ahuecadas y configuradas a modo de calaveras, puestas en los portales de las aldeas, con una vele encendida dentro, ya existían en Asturias mucho antes de la llegada de América de su Halloween comercializado y cinematográfico, al que hace el caldo gordo el magisterio español, como si se tratara de un nuevo descubrimiento de América...Esas calabazas ahuecadas también se colocaban en cruces de caminos, en corredores e, incluso, a la puerta de los cementerios...La cuestión estaba en impresionar a los vivos, para que supieran que la muerte espera ahí, a la vuelta de la esquina, en cualquier parte...

A partir de aquí, se puede seguir escribiendo, contando lo que deviene de viejos y lejanos tiempos, de desconocidas costumbres y de ritos que se cuenta fueron como ahora nos cuentan que fueron...Antes había druidas y chamanes que invocaban a dioses, magias y misterios, en torno a fogatas --eso se cuenta--, donde las brujas volaban y adquirían mayores poderes que de costumbre, donde los vivos representaban a los muertos, en gloria o en paces, y ahora, en vez de druidas hay sacerdotes y curas que también nos hablan del misterio de la muerte y nos cuentan del milagro de la resurrección y la regeneración de la carne...mientras con el hisopo bendicen tumbas y bendicen almas.

Todo lo mismo. Y total, el mismo juego. Los vivos haciendo cábalas de lo que es la muerte, y organizando fechas para definirlas como la "Fiesta de los Muertos", "El Día de los Difuntos,"fieles según dice la Iglesia de Roma, cuando la muerte es, tras la vida, la nada más absoluta.El vacío más insondable y el silencio más definitivo.La nada total.
Paz para los muertos. Y menos Halloween americano llegado de rebote y potenciado por las escuelas, según parece. Para macabro ya tiene bastante la vida, sin que nos pinten horrorosas figuras en niños y jóvenes, sangrantes, cadavéricas, de mal gusto y ninguna sensibilidad hacia la belleza, a pesar de todo, de la existencia.



No hay comentarios: