LO DE GALLARDON, NORMAL

Pues cualquiera diría
que Gallardón
no le hace donación
a la sacristía..
mirando la cara fría
del adusto...

Goza de cierta mesura Alberto Ruiz Gallardón por parte de quienes le juzgan más comedido y serio, responsable y fiable que sus compañeros de partido, el Pepé.Se le estima menos veleta que muchos de su misma idea, de ahí que sea más estimado que lo son otros líderes del Partido Popular. Pero Gallardón es como es y los demás, también. Cada cual tiene sus formas y sus normas. Sin embargo,unos y otros, proceden del mismo tronco ideológico. Y,antes o después, el fruto será el mismo.

Ahora,lo que ha decidido en Madrid el alcalde, es lo normal. Es la evidencia de que Gallardón pertenece a donde pertenece y siente lo que siente y está donde está porque es de la idea que es, que si fuera de otra y de otro pensar y actuar,no pertenecería al Pepé, eso está claro.Por eso,aparte de donar unos terrenos para la Iglesia, ahora ha aprobado la creación de lo que se da en llamar minivaticano, idea y esperanza del Cardenal Rouco Varela, que a falta de otras glorias humanas, quiere entrar en la historia dejando una obra digna de la Iglesia, grande y desmesurada.

Ya está elegido el nombre y todo: "Ciudad de la Iglesia",en una zona nueva en la que hace falta un centro médico, pero Gallardón dice que no hay terrenos, cosa que los vecinos le contradicen. Predicar no es dar trigo, ya se sabe. Gallardón dice que no hay terrenos para un Centro sanitario, pero a continuación dona a la Iglesia en la zona de las Vistillas, histórico espacio goyesco, muchos más metros a la Iglesia que los necesarios para el dispensario sanitario. Y ya hay guerra. Y pancartas en contra."Clero y Gallardón, roban un montón", mientras tanto el portador del báculo, cardenal Rouco Varela, calla, mira gacho y espera..."Todos ea por la grandeza de Dios",-- seguramente dirá.

O sea, que la grandeza de Dios, que nos la quieren meter por las narices en la tierra, no concuerda con la voluntad popular,que se va a manifestar en contra del propósito de la Conferencia Episcopal y la decisión del primer edil madrileño de levantar un entramado de obras y negocios que seguirán haciendo a la iglesia más fuerte y más poderosa. Por hacer,entre otras cosas, se habla de un parque subterráneo para vehículos.O sea, un negocio.

Bueno, pues los vecinos, convertidos en asociaciones, van en contra, entienden que hay una maniobra especulativa entre el arzobispado madrileño y el Ayuntamiento, donde Gallardón entre y sale por donde quiere, hace y deshace a su antojo y decide sin dar explicaciones a nadie. De lo cual, quien sale, en este caso ganando, es la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana, en España ocupando todos los sitiales habidos y por haber, y liderada por un gallego y un asturiano, primos hermanos, según el dicho popular,que, para que se vea la verdad con la que camina, Martínez Camino dice, mientras sonríe, que la Iglesia no se mete en política...

25.000 metros cedidos al Arzobispado. Una morondanga,oiga,donde se construirá una biblioteca diocesana, una Casa de la Iglesia, una residencia sacerdotal, oficinas,, aparcamientos y un hogar para mendicantes, o sea, para ellos, pues no hay en la España que se conoce,más mendicantes que ellos. Todo para ellos. Terrenos cedidos, obras exentas de impuestos, partidas económicas que les llegan a manos llenas,amén --esos es: amén-- de los ilimitados recursos que tienen para sacar cuartos de todas partes. Ya lo hemos dicho: Todo sea por la grandeza de Dios.