¡VAYA, VAYA...TARTAMUDEA SORAYA!

"El problema del paro y de la crisis
en el mundo, es usted,no lo olvide,
señor Zapatero"...
Ustedes tal vez la hayan visto, igual que yo, y habrán comprobado que la moza portavoz del Pepé, no ha sabido salir airosa de la implicación en que --ahora sí-- se ven inmersos los líderes valencianos del Pepé. Ante el hecho ya consumado, se ha visto que la soltura de la moza, se ha trabucado, tartamudeaba, dudaba con las palabras, se perdía en las ideas, vacilaba en los conceptos y, cuando tenía que llevar una dirección norte, se desviaba, sin razón, hacia el sur. Y total para mal exponer que, por su parte, los implicados en el caso Gürtel,Francisco Camps y Ricardo Costa, --y algún otro-- "deben de gozar del beneficio de la duda o de la presunción de inocencia"...
Pero tartamudeaba tanto
que daba pena la moza,
ella que tanto alboroza

y se mofa con su canto
que Zapatero destroza
la España del padre santo...

O sea, que su desparpajo-- eso sí, sin base ninguna--para argumentar que la crisis es cosa única y exclusivamente de Rodríguez Zapatero, había desaparecido de su lengua y de su cara, ante la noticia de que los suyos, políticamente hablando, estaban implicados en las tramas de corrupción que, con manta y sin manta, están liando la cabeza del Pepé, cuyo líder Rajoy, ponía la mano en el fuego por la honorabilidad, honestidad , honradez y hombría de bien de sus defendidos valencianos...o cartagineses,
Y si no sacó la mano
que la saque,que ya es hora
de dar la cara a la aurora
y la espalda al vil enano
que trafica y que labora
para su interés villano...

O sea,
que Soraya,
tartamudea...
Quién lo diría...¡Bendita sea!.
Y Rajoy, callado estoy,
mucho acusar al ajeno,
pero lo propio está lleno
de sí, pero no-- Y Rajoy,
fiel en fingir, no ve el cieno
que lo está envolviendo hoy...

DEL PAPA Y SUS VIAJES
Desde luego, aquello que sentimos decir de críos que el Papa era infalible, ya no suena igual. El Papa ya es cuestionado y discutido. Y, por lo que a nosotros respecta, el Papa no es ni más ni menos que otro mortal más, sin ninguna incidencia divina.
La historia de los papas es larga y no siempre digna de respeto. Y el Papa es un hombre con unos rangos que otros le confieren, pero nada más. Por lo menos para nosotros.

Del actual Papa, Benedicto XVI se viene publicando algún que otros desliz. Por ejemplo, en su viaje a África donde el sida está causando estragos, se le ha ocurrido decir que el condón no solo no evita el contagio del sida, sino que lo aumenta. Escándalo al canto. ¿Cómo puede saber tanto el Papa de condones y de si son o no adecuados para evitar --o aumentar- la enfermedad del sida...?

Y como España es así,
en España, sus adeptos
llaman al prójimo ineptos
y, tararí que te vi,
que del Papa los conceptos
hay que aceptar porque sí.
!Hay que derribar barreras...
Hay que evitar el hambre en el Mundo...
Hay que erradicar las guerras...
Hay que tener fe, hijos míos...
Pero no. O por lo menos, no todos aceptan lo que diga o dice.
Y ahora, tras no haber convenido total y absolutamente que el Holocausto fue lo que fue y más todavía, va Jerusalén y, con sus estudiadas parsimonias y lentos ademanes, dice que hay que derribar el muro de Cisjordania...

Recordamos muy bien cuando el anterior Papa, el polaco Pablo VI, visitó Nicaragua. Y fue en su saludo a los llamados ministros de su Iglesia que les iba dando la mano, hasta que llegó al ministro nicaragüense Ernesto Cardenal ----cardenal además--al que no sólo no saludó, sino que le amenazó con gesto insolente, recriminándole alguna función que al pontífice no le había gustado. La misericordia de Dios, por lo visto, no había impregnado de su espíritu al llamado Santo Padre. O no la dejó traslucir.
Y mientras eso sucede,
los obispos en España

siguen haciendo campaña
contra el Gobierno, que cede
ante la fuerza y la saña
del duro clero, que agrede
al que con oro lo baña...

Cría cuervos, que te sacarán los ojos --o si no es de ese modo, es de otro: Así paga el Diablo. Y si no es de ninguna de estas maneras, que sea de otra, que hay más.Incluyendo que uno no tiene porqué aceptar como ciertas ni buenas las palabras papales, obispales ni monacales, si es que no tienen la fuerza de la convicción y el ejemplo, que para mi es, antes que predicar, dar trigo. O sea, ganar el pan con el sudor de la frente, pero por trabajar, no por confesar.Y cuando sea así, diré Amén, también.

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