...¡Y NO SON MIS ÍDOLOS!


Mientras se toca sus partes,
la gente gritaba eufórica por el gesto
del ídolo...de otros,que no mío.

No tengo arreglo, oiga...! No sé por qué me empeño en ir contra la corriente, o discrepar de millones y millones de personas en casos concretos. Por ejemplo, el llamado rey del pop o la estrella o, ahora que ha muerto, el máximo de lo habido en el mundo tal como leo en prensa y escucho en Tv y radio al referirse a Michael Jackson, personaje que si se aceptan algunas cualidades interpretativas, otras interpretaciones suyas en la vida --más real que sus escenificaciones--dejan bastante que desear.
Al margen sus distintos cambios de forzada fisonomía, que le fueron llevando hasta dejarlo en un rostro cadavérico --y no ahora que ha muerto--, no puede negarse una serie de extravagancias y repelencias que le colocan en un estado de excentricidad máxima. Pues con todo, lo que me resultaba más asqueante eran sus gestos, formas y maneras de llevarse la mano a la entrepierna, tocarse sus partes y simular o no placer por medio de la auto excitación, amén de otras no menos aberrantes maneras, que pueden ser naturales, pero en público resultan obscenas, incluso para quien no sea ningún remilgado de estas y otras cosas.
Así lo fueron dejando, día tras día y operación plástica tras operación, al negro que quería tener al piel blanca,...
Puesto que no fue ídolo para mí, digo que, respetando lo que sea para otros, no he perdido mucho tiempo viéndole en sus actuaciones. Para muestra ya tenía bastante con lo visto. Y si es tan admirado por sus actuaciones escénicas, otras actuaciones punibles le califican para ser denostado en mayor grado. Se trata de sus caprichos de acostarse con niños. Y no, según dijo, para dormir precisamente. Aquí acaba o acabó de llenar el vaso de toda consideración y respeto.

Y por si fuera poco, recordarán ustedes sus disfraces carnavalescos para andar por la vida. Y aquella carnavalada de sacar a su hijo al balcón, escurriéndosele de las manos, que si no le cayó fue por verdadero milagro, pues ni sujetarlo sabía...Y sus disfraces, y sus caretas...y sus manías, que eran superiores y peores que su arte?

Ya lo he dicho, personajes de esta guisa no son mis ídolos...Sin embargo, por lo que se ve, es ídolo de millones de mortales del mundo.

OTRO PERSONAJE QUE TAMPOCO ES MI ÍDOLO
Yo no miento. No se mentir.
Pueden ustedes creerme. Hay armas de destrucción masiva.
Nada, oiga, nada, que no tengo arreglo.Ni solución.Ni, al paso que voy, propósito de enmienda ni, conociendo como se conoce a la Iglesia, el perdón de mis pecados. Porque, ¿como me van a perdonar que, mientras hay quien ve en don José María Aznar un elegido del destino y como Franco ungido por la gracia de Dios para salvar a España, uno --o sea, menda--le vea como un endiosado y engreído personaje, poco grato, nada humilde y sí muy creído de su valía humana y política...?
Aquí tampoco niego que este Ánsar, que ponía los pies encima de la mesa, que hablaba tejano con acento de Chamberí y catalán en la intimidad, que quería hacernos creer como verdades las mentiras que nos contaba; que se llegó a imaginar que su poder sería infinito, como el de su amigo Bush, pues eso, este Ánsar, al que, según se dice, le escriben los libros que él firma, eso digo, en fin, también es ídolo de muchos mortales, que sus razones tendrán para verle como tal o sea, para ver más allá de lo que hay y de lo que tiene --aunque,a decir verdad, le vinieron bien dadas y la ley, que no favorece al descuidado, le ha tendido la mano, así como la banca le abrió sus brazos y algunas universidades--muy católicas, eso sí--le pusieron pupitre para disertar como doctorado doctor de todas las ciencias...
¿De qué me suenan estas caras...?
¿A que bando pertenecen? ¿Será verdad que Dios los cría
y el Diablo los une, los junta, los unce,
los empareja y los mancomuna ...?
O sea que no, que a pesar de tanta valía, pues lo mismo, tampoco este personaje, es santo de mi devoción. Y eso que, en lo que se sabe, no ha sufrido operaciones de cirugía estética a no ser retoques de bigote. Pero vete a saber...y es que uno recuerda aquello de: "Pueden ustedes creerme: hay armas de destrucción masiva". Además, por si sus mentiras fueran pequeñas y escasas, recordamos haberle oído decir que "él no mentía, por que no sabía mentir"...
Y mentía casi tanto como hablaba. Había que cogerle al vuelo las mentiras.Pero mentir, mentir miente todavía. Sino ¿dónde está el remedio que dijo que tenía para acabar con la crisis, no solo en España, sino en el Mundo?
Razones tengo para que este otro personaje tampoco sea ídolo para admirar.

6 comentarios:

aruca dijo...

Seguramente crecí cuando estas cosas de los ídolos y la adoración a determinadas personas,o no se llevaba,o nadie me explicó que existía.Pero ahora que soy mayor,he aprendido a valorar las cosas que yo creo importantes.
No soy una entendida en arte,ni tampoco en música y espectáculos,pero si se lo que me gusta y lo que no;se lo que es agradable al oido y lo que no.También creo saber,cuando determinadas actitudes llegan a rozar la obscenidad y creo que el personaje del cual Albino habla en primer lugar,en algunas actuaciones se pasaba de tanto pasarse.
La corrección y la elegancia,no están reñidas con el buen hacer y la sensibilidad de los artistas,tampoco el público le desagrada ver un buen espectáculo,y no un "espectáculo".

Ya dije al principio que no soy entendida en arte,pero valoro el saber estar,el saber transmitir de una forma delicada y no a golpe de bragueta.Me descoloca ver las noticias y que sea tema principal a todas horas,para decir lo mismo y tantas veces como sea necesario con tal de hablar del suceso,como si no hubiera temas de los cuales se debería de dar cumplida información también.

No quisiera faltar al respeto a nadie,pero a mi humilde forma de ver las cosas creo que se le da demasiada importancia.

corsariosinrostro dijo...

Lo único bueno que nos lega Michael es un puñado de canciones meritorias, pero a nivel personal y perdona el calificativo dirigido a una persona que lleva pocos días en el otro barrio, no se merece otro que el de repugnante.

corsariosinrostro dijo...

Y siento mucho lo escrito en el comentario anterior, pero me sale del alma. Tenía talento. Era, indiscutiblemente un genio. Pero primero renegó de su raza convirtiéndose poco a poco en un un busto cadavérico ambulante. NO OBSTANTE, LO QUE CIERTAMENTE NO LE PERDONO SON SUS ESCARCEOS PEDÓFILOS.Descanse en paz.

Albino Suárez dijo...

Amigos Aruca y Corsariosinrostro: Totalmente de cuerdo: que descanse en paz el Michael del cuento.Se que a nivel personal no fue santo de mi devoción por sus excentricidades y sus apetitos pedófilos. Acaso actuaban bien; acaso cantaba bien; acaso fue un buen artista --¿lo fue?--pero como su arte me queda lejos, paso de él y me solivianta su obscenas maneras y sus maneras repudia
bles.
Y, efectivamente, ya se la está dando demasiada importancia a su vida ahora que ya está muerto.
Que descanse en paz si ello es posible tras su vida alterada.

Cob_Ra dijo...

Corsariosinrostro y AlbinoSuarez,
ustedes, caballeros, indudablemente, tienen muchas palabras,
pero CIERTAMENTE NO TIENEN CORAZÓN!!!
Algún día tendrán que practicar el delicado arte de la humildad para empezar a ver lo Real.
Les vá a costar muchas lágrimas, y esos duros ojos que tienen se harán blandos como esponjas, pero para ese momento, estarán listos para ver la realidad.

Cob_Ra dijo...

SIN COMPASIÓN
No sé qué resulta más lamentable: la repentina oleada de admiración por Michael Jackson, que incluye penosas llantinas impostadas y elegías de todo a cien, o el inverso furor con que otros rematan al muerto. En cuanto a los primeros, no hay nada como un deceso para descubrir virtudes que habían olvidado hacía muchos años, si es que alguna vez las advirtieron. Los segundos no tienen bastante con un cadáver anoréxico, archivo de cicatrices, moratones, inexplicables cortes y tóxicos varios, testimonio de dolorosos trastornos; necesitan refrescarle al propietario insepulto crímenes nefandos. ¡A estrella muerta, gran lanzada!
Sólo que tales crímenes fueron un invento. No sólo porque los jueces absolvieran a Michael Jackson, lo que debería bastar, sino porque el menor que reventó tan fulgurante carrera denunciando abusos sexuales ha reconocido (a buenas horas) haber mentido por orden de un padre que buscó y consiguió millones de dólares. Para el acusado, el precio económico del chantaje fue calderilla; en realidad ha pagado con su vida, ya nunca enderezada.
Los seres tan especiales como el autor de Billie Jean, los que logran hazañas como vender más discos que nadie, por ejemplo, son perseguidos en todo momento por un foco que no respeta los muros. Tras el infame montaje de la pederastia, ese foco resultó imposible de soportar a personaje tan vulnerable, inconforme con su aspecto y con su edad. Todo lo que siguió son síntomas de enfermedad mental: las compras compulsivas, las operaciones, el encierro, la ocultación sistemática del rostro. Con Michael Jackson no ha tenido nadie, ni siquiera en la hora de la muerte, la más mínima compasión. Quien trastornó los gustos populares de toda una época se marcha perseguido por una jauría de envidiosos especializada en la destrucción. O frivolizado por un romo sentimentalismo que tampoco repara en su persona. Descanse en paz.
(El Economista, 2 de julio de 2009)