DEL COTARRO COTIDIANO

Hay quien no quiere saber, conocer ni hablar de política, sin darse cuenta que hace el caldo gordo a un mundo mafioso de político-negociantes del fútbol del que si hablan. De eso hablan; de ese disparatado mundo de ídolos, digo, becerros de oro, que ni Aznar en su mayor euforia estuvo más alto que los gloriosos encumbrados del juego que se practica con los pies y, generalmente, a ras del suelo. Lo que quiere decir que todo es política, con vertientes distintas.

Extraño resulta no hablar ni cavilar de política y políticos, a la vista de lo que ocurre en España, donde la crispación es cotidiana. Donde la polvareda levantada por el llamado Caso Gürtel tiene bajo sospecha a muchos personajes que, aunque digan que no, están implicados en tramas de corrupción, en investigación por parte de la Justicia, lo cual ya es , como mínimo, para dudar de la moralidad de algunos de los implicados....
Y es para dudar, asimismo, de quien, sin estar implicados o bajo sospecha de tráfico de influencias, obsequios de trajes, bolsos, viajes, relojes costosos y la tira, sí levantan la mano para hablar de presunción de inocencia, sobre todo, como pide De Cospedal, para miembros del PP mientras dice y ha dicho que el Gobierno persigue más al Partido Popular que a ETA.

Y por si fuera poco lo que dice, secundada por afines a ella, luego dicen, vienen levantando más polvareda --seguramente que para acallar o desdibujar sombras de sospechas--argumentando, sin base y sin aportar datos ni pruebas, que el Gobierno les espía, les escucha, les persigue y les quiere anular de la política nacional... que más o menos manifestó alguna vez...

Y a la vista de eso y mucho más, ¿cómo no hablar de política, aunque uno no dé pie con bola en el tema? Huele raro y es por ello que hay que husmear a ver a qué huele.Porque huele raro, de eso no hay duda. Y es que los que parecen ser y haber sido demócratas de toda la vida, llevan legislatura y media poniendo cortapisas al Gobierno; inconvenientes; obstaculizando todo cuanto puedan para hacerla la vida lo más difícil posible, que en eso estriba, por lo que se ve, en hacer oposición. Oponerse a todo, desacreditarle en todo; negarle lo habido y por haber y si, además se le puede cargar con culpas ajenas, pues mejor que mejor...

¿Que de qué culpas ajenas hablo? Ahí está la crisis mundial.¿Quien fue el culpable? Sabido es: según el Pepé, Zapatero. Que por ser, es también, según pretende el Pepé,culpable de la llamada Gripe A Rodríguez Zapatero. Y claro, si ante esa crisis se pretenden subir impuestos, el Pepé se opone frontal y totalmente: subir, ¡ni una peseta...! porque, al parecer tal subida es pretendida sobre quien más tiene, y eso si que no.

Y en este cotarro diario de tejes-manejes, de acusaciones tan inverosímiles, sin pruebas, como son las que hace circular el Pepé por boca de algunos de sus líderes, que siguen en sus trece de que ellos son peor tratados que los demás, donde hoy dicen digo, mañana dicen Diego, aquí afirmo y allá niego, con todo no son capaces de presentar una prueba de las acusaciones que dice, como lo ha hecho Aguirre la lideresa lo que al otro día hubo de desdecir ante el disparate de su acusación desmedida...
O sea, que el cotarro que se vive en la actualidad en España, donde tantas indecencias tienen asiento, da para hablar mucho, incluso a quien nada hable de política.Y eso, sin entrar hoy en el maremágnum del Clero, otro que mejor baila al son de la música de las campanas y de los púlpitos, donde no siempre se oyen homilías religiosas, sino airados mítines políticos, vestidos y revestidos con ropajes talares y los ojos cerrados mirando al cielo...

¡ Ante tanto y mucho más que hay, menuda la que nos espera!

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