LA POCA FE DE LOS CREYENTES

Tantos años en la Cruz
y nadie lo ha desclavado todavía

Bueno, de algunos creyentes.--Porque digo yo que será poca fe la que, como se ha visto por la tele, demuestran esas personas que lloraban a moco tendido en Andalucía y otras regiones, ante la imposibilidad de celebrar las procesiones de Semana Santa. Llantos desesperados. Pero esos creyentes, ¿por qué lloraban? Si son creyentes ¿por qué no aceptan la voluntad de Dios? Porque, el creyente, sabe que todo lo que ocurre es voluntad de Dios. Y si llueve ¿no es voluntad de Dios? ¿Entonces, de que se quejan?

Fe o fanatismo, ¿qué es en realidad? ¿No se ha visto centenares de veces decir a Curas y otros de igual cuño decir, cuando algo ocurre que "es Cosa de Dios"? Pues que se apliquen el cuento.

Recuerdo que hace unos cuantos años en que el cielo se estaba cubriendo de nubarrones, los rayos y los truenos "metían miedo" y ante todo ello, una mujer de cierta edad, cerraba puertas y ventanas, rezando aceleradamente, a la vez que encendía velas y seguía rezando atropelladamente. Y uno de sus hijos, que conformaba un grupo de cinco y sois personas, me dice, convencido: "Eso si es tener fe. Ya ves como reza".

Ya veo --le dije--que reza, si, pero no sé si de fe o de miedo, que más bien creo que sus rezos son por el pánico que le produce la tormenta.

Advertencia celestial
a los pecadores: La Cruz
espera siempre.


a los pecadores


O sea, que cada cual interprete a su modo el caso. Y esto de la Semana Santa en España, donde parece que estamos asistiendo en vivo y en directo a la crucifixión de Cristo, no deja de ser, más de cuatro veces, folclórico a más no poder. Aparte el lujo y la ostentación , que no es poco, no.

Y mientras tanto, Cristo sigue sujeto a la Cruz, clavado por la eternidad, --y sin que sus máximos adoradores tengan a bien desclavarle, quitarle los espinos, curarle las heridas y darle libertad para que haga lo que tiene que hacer --o lo que deba hacer, que a la vista de lo que viene ocurriendo en este mundo que dicen nuestro, donde tantas tropelías se cometen, y en su nombre, tantos desaguisados y tantas barbaridades, sin que haya nadie que le ayude a soltarse de los clavos y de las espinas. ¿O acaso es que, si le desclavan, temen que haga justicia y exija consecuencias a los que herederos de Caifás, ya que no a él porque ya hace siglos que es polvo en el polvo y tierra en la tierra?

O sea, que los que le tienen ahí sujeto, sus adoradores, no acaban de liberarle y brindarle la opción de irse o de quedarse en los templos, que el pobre hombre ya ha sufrido lo suyo sin que de él se compadezca nadie. Digo nadie de los que dicen seguirle, admirar sus doctrina, repetir sus versículos, intentar el milagro de los panes y los peces...porque los que no creen en milagros ni en apariciones de vírgenes, no tienen autorización para darle libertad...Y con todo y con eso, si pudiéramos bajarlo de la Cruz, lo haríamos.

El vaticano que que no sufre recortes de España, como los españoles

Alfonso Camín, Antonio Machado y otros muchos poetas, quieren un Cristo libre, fuera del Madero y lejos de Judas, lejos de Barrabás, lejos de Caifás, sumo sacerdote , Poncio Pilatos, gobernador de Judea, y lejos de tantos sayones que le han hecho la vida imposible. Así también le queremos nosotros, además le dejaríamos con María Magdala,que ella sí supo quien era aquel que le decían el Mesías, o sea El Nazareno.

En resumidas cuentas, la Semana Santa en España, entre la lluvia que no dejó celebrar las procesiones; los llantos de los creyentes, el desencanto de clérigos y los problema que el señor Rajoy, más que solucionarlos, los aumenta y los extiende, lo cierto es que nadie sale al camino y exige que sus derechos no sean violados. Y el señor Rajoy, que quería llegar a ser presidente del Gobierno para hacer que España fuese respetada por otros países, al primero que la desacredita, que ha sido el francés Sarkozy, Rajoy y sus ministros aplauden los improperios del galo. O sea que Rajoy sigue diciendo uno y haciendo otro. Mentira tras mentira.
Que se prepara Sarkozy,
que buena le va a venir
cuando Rajoy lo coja por banda

De tal modo que, la Semana Santa o de Pasión --o de penitencias --nos va bien a los españoles; todo ello porque Rajoy nos ha clavado a la cruz de sus no pocas carencia de rigor, llenándonos de adversidades. El señor Rajoy dijo saber lo qué había que hacer para evitar la crisis y que los cinco millones de parados tuviesen trabajo...y así lo demás, pero resulta que no es así. Que la crisis aumenta, que los parados también, que los impuestos que no subiría, suben, que los recortes que no haría se están haciendo hasta en lo más elemental, como es la Sanidad.

O sea--para terminar--que la Pasión en España, llueva o deje de llover, aumenta cada día más,tal como si estuviéramos en una crucifixión permanente.

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